DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Es harto conocido el interés del Gobierno en reactivar la economía tras la parálisis de casi un año causada por la pandemia del Covid-19.
Los estragos en materia social y económica son incalculables, hasta el grado que se proyecta que el crecimiento para este año no podría ser de gran significación, como había ocurrido en periodos anteriores.
Sin embargo, la administración del presidente Luis Abinader se enfoca en diferentes vertientes del ámbito nacional, con el fin de garantizar la salud y también la estabilidad económica y social a corto y largo plazo, a pesar de la indefinición sobre la permanencia del coronavirus.
En lo inmediato, existe la amenaza en el sector de la pequeña y mediana empresa sobre la sostenibilidad en medio de la pandemia, ya que muchos negocios podrían verse obligados a cerrar sus puertas con masivas cancelaciones, debido a que sus propietarios no contarían con la capacidad financiera para mantener la empleomanía.
Desde el Gobierno se encaminan esfuerzos loables. Se destinarán más de 4 millones de pesos a través de los bancos de Reservas y Agrícola para ser cedidos en préstamos a pequeños y medianos empresarios interesados a tasas aceptables. Así se busca evitar despidos para los próximos meses.
La realidad es que el sector empresarial no quiere cargar con mayores deudas y se resisten a embarcarse en el plan anunciado por el presidente Luis Abinader y el ministro de Industria y Comercio, Víctor Ito Bisonó, en virtud de que sería asumir deudas sobre deudas, lo que entienden los comerciantes que no sería ninguna solución a mediano plazo, sino que se postergaría el problema hasta que haya una solución definitiva a la pandemia.
Dentro de este marco, lo recomendable es y sería que el Gobierno y los pequeños empresarios y comerciantes mantengan un diálogo abierto y permanente, buscando alternativas más cercanas a la realidad y a la perspectiva del país.
Si bien hay que garantizar la reactivación de la economía, en lo que siempre ha estado enfocado el Gobierno, también hay que trabajar para que la ciudadanía tenga total protección en materia de salud.
Lo aconsejable en estos momentos es, sin duda, un diálogo permanente.
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