Mirar hacia Haití

DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Nada nuevo la crisis política que atraviesa Haití.

Sin embargo, es un episodio muy lamentable, que urge por la atención de la comunidad internacional.

El pueblo haitiano merece por una mejor suerte. Es decir, porque los gobiernos de los países desarrollados vuelquen sus miradas hacia la vecina nacional, que necesita de una cooperación más solidaria.

Necesariamente Haití clama por un proceso de institucionalidad más democrático y al margen de las prácticas de sectores políticos que lesionan la integridad de este país.

La comunidad internacional, no así República Dominicana, debe evitar que en el Haití prevalezca y se instaure el caos permanente.

El desorden en materia económica, social y política solo traerá atraso y miseria en el pueblo haitiano.

La instauración de un sistema caracterizado por el desorden y protestas violentas solo conduce a la confrontación y a la división de la sociedad haitiana.

La prevalencia de dos presidentes, uno elegido democráticamente y otro impuesto por los partidos de oposición, obliga a que la crisis política en Haití sea atendida con mayor preocupación.

Ese juego al caos puede costar muy caro para los haitianos. La comunidad internacional debe advertir que la situación haitiana no puede esperar por mucho tiempo. En cualquier momento puede devenir una confrontación armada o de otra índole que solo provocará daños a la institucionalidad en Haití.

Hay que apostar por la convivencia democrática. Nunca al desorden en Haití.

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