SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Desde hace varias semanas el país ha estado sometido a prolongadas discusiones sobre el proyecto de convocatoria de la Asamblea Nacional para modificar el articulado que permita que el presidente Danilo Medina pueda reelegirse para los comicios de 2016.
Es decir, en el país se pretende establecer el sistema presidencial de Estados Unidos, consistente en dos periodos consecutivos y “nunca jamás” para que el Mandatario pueda optar nuevamente por la Primera Magistratura de la nación.
Sin embargo, todo el proceso de discusión y aprobación del proyecto de convocatoria tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados ha estado matizado por serias denuncias sobre ofertas de prebendas o negociaciones de posiciones electivas, a fin de canalizar la aprobación de la reforma de la Constitución y así tener las puertas abiertas para que Medina pueda permanecer en el Palacio Nacional por otros cuatro años.
Denuncias permanentes y contra reacciones se han producido en el Congreso Nacional sobre supuestas intenciones del Gobierno de captar a legisladores opositores por medio de ofertas calificadas de “indecorosas”, por lo que urge que esos pronunciamientos no queden en el aire, sino que se amerita que el Ministerio Público asuma las investigaciones que puedan esclarecer la situación que rodea todo lo relativo a la reforma de la Carta Magna.
Hay que evitar, por igual, que la imagen de las cámaras legislativas se vea afectada por denuncias irrespetuosas e indecentes, por cuya razón hay que prestarle la debida atención a las acusaciones para determinar su veracidad o no, y que quienes puedan tener pruebas procedan a entregarlas a las autoridades.
Por el hecho de estar en desacuerdo con la reforma constitucional y la reelección no se puede lanzarse lodo al bien ganado prestigio del Congreso Nacional, independientemente de la lucha política que caracterizan sus deliberaciones, principalmente en proyectos conflictos que, como la iniciativa de la modificación constitucional, exacerban los ánimos y nublan los pensamientos más sensatos.
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