Editorial: Clamor de la Iglesia Católica por jueces imparciales

DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- No es nueva la preocupación de la Iglesia Católica sobre la problemática del sistema judicial.

Sin embargo, el comunicado en el que los obispos hacen referencia al Poder Judicial adquiere notoriedad en virtud de que actualmente el Consejo Nacional de la Magistratura se encuentra activado para llenar cuatro vacantes de la Suprema Corte de Justicia y elegir a los cinco jueces titulares del Tribunal Superior Electoral.

plumaAdemás, existe la aprehensión de diferentes sectores sobre posibles maniobras de determinadas esferas políticas para escoger a candidatos que no llenen las expectativas y puedan tener alguna filiación con organizaciones partidarias.

Los representantes del Partido Revolucionario Moderno, el senador José Ignacio Paliza y la diputada Josefa Castillo, han emitido la voz de alerta sobre el interés del Gobierno de escoger a personas sin la calificación más alta para ser designadas en la Suprema y el Tribunal Superior Electoral.

Entonces, tiene vigencia que la Iglesia Católica llame al Consejo de la Magistratura a realizar una minuciosa evaluación de los aspirantes para elegir a personas imparciales y probas, a fin de que el país pueda encaminarse por la necesaria institucionalidad.

Todos los ciudadanos apoyan esta petición de los obispos y se espera que el presidente Danilo Medina y los demás integrantes del Consejo de la Magistratura no defrauden las expectativas que hay en la sociedad sobre quiénes pueden ser aptos para ser designados en la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal Superior Electoral.

Del grupo que se evalúa hay muchos candidatos que deben ser descalificados ante las objeciones de diferentes sectores. Cuatro de los actuales miembros del Tribunal Electoral aspiran a ser reelegidos, lo que debe ser bien sopesado por el Consejo de la Magistratura, ya que muchas –o la mayoría- de sus sentencias han llevado a la ciudadanía a una total desconfianza en sus competencias y en sus preferencias.

Entre los candidatos hay muchos que pueden realizar una buena labor en cualquier de las dos altas cortes. Solo hay que actuar con prudencia y pensando en la colectiva, nunca en las apetencias partidarias.

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