Iglesia Católica culpa a políticos corruptos, el hecho de que Dios haya abandonado el país

DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.-.

La coordinadora de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo, Sor Trinidad Ayala,  afirmó que por culpa de los políticos corruptos, el país ha sido abandonado por Dios.

En la cuarta palabra “Dios mío, Dios mío, ?por qué nos ha abandonado?, la religiosa cuestiona el alto costo de la canasta básica, la delincuencia y la violencia contra las mujeres.

“Ante los políticos corruptos que solo se enriquecen con los bienes del pueblo y cada cuatro años
nos venden esperanzas de cambios; los cuales se quedan en promesas”, indicó Ayala.

“¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?, ante la indiferencia de nuestras autoridades, ante el deterioro de la salud mental y ver como se hacen de la vista gorda y sentencian de manera injusta a nuestros hermanos a la indigencia, la indiferencia y en ocasiones hasta la muerte”, precisó.

Agregó: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?, ante la tristeza de un padre o una madre desempleada y con hijos que no tiene cuñas para conseguir trabajo y se sienten como Jesús, abandonado en el calvario, viendo como se le pasan los días acumulando deudas, sin saber en qué terminará su suplicio. ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?  Ante nuestro sistema excluyente de salud el cual hace que los más pobres se les haga imposible, tener acceso a servicios adecuados de salud, medicamentos, también la medicina de alto costo, tratamientos ante enfermedades comunes y terminales”

Afirmó: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?»:  Ante el costo abusivo de la canasta familiar haciendo que la masa pobre tenga que hacer malabares para salir a flote mes tras mes.
• «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado? Ante la globalización de la indiferencia que nuestro papa Francisco nos denuncia como el peor mal de la humanidad hoy en día: donde nosotros mismos nos hemos convertido en mirones en el calvario los cuales nos da lo mismo los sufrimientos de nuestros hermanos más cercanos. ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado? Grita nuestra sociedad ante la violencia y ola de delincuencia que nos arropa: ¿a cuántos de los aquí presentes o nos siguen mediante los medios de comunicación, no lo han atracado, o a cuántos que conocemos?
• «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?»:

• Ante el maltrato del esposo hacia la esposa, de la madre y el padre a sus hijos e hijas,
descuidándoles de atenciones básicas, como la educación, la nutrición y el afecto; porque has
abandonado a la mujer sufriente que ve a su esposo serle infiel y derrochar lo poco que tiene en
borracheras interminables y luego la golpea inmisericordemente delante de sus hijos, los cuales
ante el ejemplo en el hogar se convierten en delincuentes que castigan a las personas que día a
día salen a ganarse el pan honradamente.

“¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?» • Sentimos nosotros que tratamos de llevar una vida apegada al evangelio y por más que nos esforcemos todo nos sale al revés, ¿de qué vale ser cristiano si a otros todo les sale bien?, así pensamos y así nos sentimos ante las contrariedades del día a día. Estamos como Jesús vencidos,  ahogados, ¿Por qué nos abandonas en la duda, en el miedo, en la impotencia?, ¿Por qué te callas, Dios, por qué te callas delante de la injusticia… Sin saber, que como la lectura del día de hoy tomada del libro de Isaías (49,1-6): Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios”, sostuvo la religiosa Ayala.

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