En la nueva administración

SANTO DOMINGO. (AUTORA: Talyam Vásquez, abogada y politóloga).- La sociedad está cambiando, aunque hay quienes al parecer no se han dado cuenta y no comprenden que vivir en ella implica tolerar. Ya pasó de moda la imposición, Trujillo murió, y la mayoría de sus sucesores en comportamiento también; cualquier muestra de intolerancia e imposición pública de ideas ha quedado en el pasado y es rechazada en todos los escenarios, así lo hemos visto en los países más radicales. Las inmolaciones no fueron cuestión de moda, sino un mecanismo de canalizar la angustia y desesperación que provoca la opresión y el hastío del ser humano ante el descaro del opresor, y que, en el más reciente episodio, dio al traste con la primavera árabe.

Talyam Vásquez, abogada y politóloga.
Talyam Vásquez, abogada y politóloga.

La administración también ha experimentado cambios significativos desde su estructura física hasta en su personal. Las funciones de este son cada vez más demandantes, ya no se quiere una secretaria que digite, también debe redactar, ser bilingüe y con una inteligencia emocional tal, que sea capaz de prever y manejar conflictos; los encargados departamentales, deben honrar en cumplimiento el nombre de su cargo, encargarse de la solución de los asuntos atinentes a sus departamentos, antes de que lleguen a instancias superiores, son una especie de cortafuego para evitar que problemas que pueden solucionarse con su auxilio, lleguen a los superiores.

El modelo del jefe desapareció, y con él los abusos, y las órdenes sin sentido. La nueva administración se trata de gerentes, y gerenciar va más allá de mandar. Un verdadero gerente se involucra y va construyendo su liderazgo fundamentado en las oportunidades de crecimiento que da a los demás; ya no se trata del uno, sino del todo y del individuo dentro de la totalidad y como parte de ella, no como ente aislado. En una institución funcional, todos los departamentos y sus miembros conocen el trabajo y funcionan sin importar quien se encuentre ausente, esto debido a la continuidad de una característica de las entidades administrativas.

Pero lamentablemente existen quienes se quedaron en el viejo modelo, y esos individuos no son capaces de moverse de sus escritorios a sacar unas copias y buscar un expediente, o redactar una sencilla comunicación o  un informe, ni mucho menos digitarlo; no tienen iniciativa, pero se viven quejando del país, y llaman ineptos a los demás, desconociendo el concepto de aptitud, y que más tarde o más temprano serán expulsado del tren administrativo, pues la nueva administración, lo que demanda es de innovadores, no de incapaces.

 

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