Editorial: Clamor de los evangélicos

SANTO DOMINGO.- Nuevamente este 1 de enero el Ministerio de La Batalla de la Fe ha mostrado fortaleza de convocatoria de sus seguidores al congregar más de 50 mil de ellos en el estadio Olímpico.

La devoción de los evangélicos fue evidente durante toda la concentración que tradicionalmente hace el ministerio que dirige el pastor Ezequiel Molina.

plumaTambién se ha convertido en una costumbre que Molina describa el panorama desolador que existe en el país, caracterizado por imposiciones a prácticas tan lamentables a favor del aborto y de las bodas gay.

En su prédica, el pastor fue claro al denunciar que la sociedad dominicana se debate entre la vida y la muerte, lo que atribuye a las drogas y sus crímenes, la perversión sexual que quiere imponer como normal el matrimonio gay, la corrupción insaciable y el aborto.

Son problemas que necesariamente habrá que combatir con criterios éticos y una batalla permanente.

Pero Ezequiel Molina es claro al develar lo que existe: “Vivimos en una doble moral, vicios y corrupción, porque la sociedad dominicana está muy avanzada en ciencia y tecnología, pero aún continúa con temas irresueltos, como la salud, educación, pobreza e injusticia”-

El panorama que describió en la Concentración Evangélica Nacional es aterrador. “Da la impresión de que hay más droga que arroz y que estamos todos salpicados, porque todos los días incautan cargamentos de sustancias ilegales”, dijo.

Otro mal que delató el pastor fue la corrupción: “Bastaría con saber que el 80 o 90 por ciento del Presupuesto Nacional está repartido en cinco o seis grupos privilegiados, que bajo artificios legales saquean el erario público provocando hambre y pobreza en el resto de la población”, indicó.

Argumentó que esa situación tiene al país en un “estado de emergencia, porque los pueblos son como el globo que tiene límites para explotar”.

Nuevamente los evangélicos en la voz de Molina cuestiona toda legalización del aborto. “Pretenden legalizar, en contra de Dios y la naturaleza, parejas de personas de un mismo sexo, haciendo vida pública y creando condiciones para que nuestros hijos se desarrollen viéndolo como algo natural”, afirmó.

Es decir, que la lucha por delante es bastante delicada y conflictiva para erradicar estos males que se arrastran desde hace años con múltiples complicidades.

Entonces, se urge por la unificación de todos los sectores de buena voluntad para inculcar los valores éticos a la ciudadanía.

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