Editorial: Alianza y choque entre peledeístas y perredeístas

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A pocos días de la firma del pacto entre el presidente Danilo Medina y Miguel Vargas Maldonado, presidente del Partido Revolucionario Dominicano, ha quedado bien evidenciado lo que se creía que había olvidado.

El pasado lunes se presentó un documento, que fue firmado por Medina y Vargas, con un pliego de enunciados que pocos dominicanos creyeron sería o será puesto en ejecución.

plumaSon las mismas rectóricas y promesas que los partidos arguyen en cada proceso electoral. Sin embargo, enfrentamientos entre dirigentes de los partidos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Dominicano han desnudado las diferencias que existen en torno a las postulaciones de candidatos para el Congreso Nacional y las alcaldías.

El pacto para las elecciones del 15 de mayo de 2016 fue rubricado por Medina y Vargas sin existir nada concreto en cuanto a quienes serían los candidatos para los diferentes cargos.

Ahora vienen los disgustos y los calificativos por parte de los perredeístas que esperaban cierta receptividad de los peledeístas para mantener o garantizar la actual cuota de diputados y en los ayuntamientos.

Plazas como el municipio de Santo Domingo Norte y de Santiago, además de la provincia de San Cristóbal han puesto en entredicho los verdaderos propósitos presentados al país sobre un denominado gobierno de unidad nacional.

El PLD, en su justa proyección, quiere retener y conquistas lugares como Santo Domingo Norte, Santiago y San Cristóbal por representar más del 30 por ciento del electorado. Otorgar esas cuotas a cualquier aliado, y más como el PRD que viene en picada, podría poner en peligro un eventual triunfo de la reelección del presidente Danilo Medina.

Los peledeístas están conscientes de que el PRD no representa ninguna carta de triunfo en ninguna demarcación para los venideros comicios, por menguado que se encuentra en las preferencias electorales, y más cuando se advierte que muchos dirigentes y miembros se alistan para abandonar sus filas e ingresar al Partido Revolucionario Moderno.

Lo que ocurre ahora entre el PLD y el PRD por los cargos al Congreso y las alcaldías evidencia claramente que la mayor preocupación del presidente Medina y de Miguel Varga al firmar el pacto, no es más que agenciarse la representación en esos estamentos de poder. Lo del contenido del documento con muchos enunciados no es más que otro cuento para disfrazar el acercamiento histórico que constituye que estos partidos antagónicos pudieran representar una poderosa fuerza electoral de cara a las venideras elecciones de 2016.

Pero, no hay duda, el PLD apuesta más de la cuenta al cargar sobre sus hombres al PRD, que cuenta con una dirigencia totalmente desacreditada y un liderazgo que ha llevado al fracaso a esa organización, que si bien obtuvo el 41 por ciento en los comicios de 2012, también es cierto que corre el riesgo de no alcanzar el 5 por ciento que establece la Ley Electoral para garantizar la personería jurídica.

El panorama ahora se aclara en torno a la alianza entre el PLD y el PRD. Otros descalificados vendrán de parte de dirigentes de estas fuerzas políticas por plazas tan competitivas como Santo Domingo Norte, San Cristóbal y Santiago. Otras situación habrá de disfrutarse desde la grada teniendo a peledeístas y perredeístas como los principales actores.

 

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