DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.-. En el presente año ha aumentado un 46 por ciento el número de niños, niñas y adolescentes huérfanos en los feminicidios íntimos sostuvo la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia, Yanira Fondeur.
Entrevistada por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas del Poder, que se transmite los domingos de 8:00 a 9:00 de la mañana, por RNN Canal 27, Fondeur dijo que en lo que va del año registran 51 feminicidios íntimos, seis menos que el año pasado al concluir el mes de octubre, entre los cuales hay 5 menores de edad de 15, 16 y 17 años.
Precisó que, en la República Dominicana hemos pasado de 54 a 79 huérfanos de feminicidios por parejas o exparejas en lo que va del presente año si lo comparamos con el 2024, recordando que hay un subregistro ya que no en todos los casos los medios de comunicación establecen el número de hijos e hijas de las víctimas.
“Detrás de cada feminicidio no sólo hay un nombre y una cifra fría, sino una historia de dolor, sufrimiento profundo y un vacío irreparable en los huérfanos que, en muchos casos, son testigos de la tragedia y reciben el impacto de una madre asesinada y de un padre que se suicida o es detenido”, puntualizó Fondeur.
Citó el caso de Lisset Tejada de 31 años asesinada en San Cristóbal por su pareja y quien dejó seis huérfanos, uno de 5 años que presenció el hecho y otro con la condición de autismo, que tuvo que ser acogido por una hermana de la víctima, que es enfermera, y que recibe asistencia del CONANI.
“Cada feminicidio es una vida arrebatada en el nombre de un supuesto amor, que en realidad es posesión y control y que transciende en generaciones. Las tres zonas del país en que más se registran son la provincia de Santo Domingo, con 12 casos este año, San Cristóbal con 7 y Santiago con 6”, precisó.
Recordó que el amor sano no hiere, no duele, no avergüenza, no genera ansiedad, sino por el contrario, acepta, valora, estimula y la pareja trabaja como un equipo con complicidad.
Expresó que mientras en nuestra sociedad un 64 por ciento de los infantes continúen siendo educados con violencia por sus cuidadores, como ha establecido una investigación de UNICEF, no lograremos fomentar la necesaria cultura de paz.
A su juicio, desde la primera infancia hay que educar que la agresividad no es sinónimo de fortaleza, que hembras y varones tienen los mismos derechos, que los conflictos son parte del diario vivir, pero que aprendan a identificar sus emociones, gestionarlas positivamente recurriendo al diálogo, el autocontrol, la respiración para evitar agresiones ya sean físicas como psicológicas.
“Más allá de la sanción penal, ahora contemplado en el nuevo Código Penal, la violencia intrafamiliar y de género requiere de una ley especial que aborde la política oficial de las acciones preventivas, las asignaciones de funciones a los entes públicos y la atención a las víctimas, así como la rehabilitación de los infractores” puntualizó Yanira Fondeur.

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