Organizaciones revelan que más de mil neonatos han muerto en primeros 4 meses de 2018

DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Las 35 organizaciones que conformamos la Alianza por el Derecho a la Salud (ADESA) se declararon aturdidas por la información de muertes masivas de recién nacidos en el hospital regional de Barahona y en otros centros asistenciales del país.

Indicaron que al menos 54 niños menores de 28 días de nacidos han muerto en el hospital Jaime Mota en lo que va de año, lo que equivale a un incremento de un 337.5 % con relación al primer cuatrimestre del año 2017, cuando en igual período fallecieron 16 recién nacidos.  Se trata de un hecho muy grave e intolerable, que refleja el fracaso de la política sanitaria del Gobierno y que reclama acciones contundentes para evitar su repetición.

“El hospital regional Jaime Mota está en proceso de reconstrucción desde hace años y es abarrotado diariamente de pacientes que procuran los servicios que no encuentran en las unidades de atención primarias ni en los hospitales de segundo nivel de las provincias Pedernales, Bahoruco, Independencia y Barahona, las cuales conforman la región Enriquillo. El hospital a penas recibe un subsidio mensual de 2.8 millones de pesos,  una parte de ese dinero se invierten en pagar nominas de botellas políticas”, agregaron.

Advirtieron que la situación es más grave, porque las muertes neonatales no se limitan al hospital de Barahona. En los primeros cuatro meses de este año en el país han muerto cerca de mil niños antes de cumplir los 28 días de nacidos. Esto es sin incluir los abortos y otros fallecidos antes de nacer.

“Este incremento alarmante de la mortalidad neonatal en lo que va de año es una evidencia irrefutable de la profunda crisis del sistema de salud de la República Dominicana. Las propias autoridades y los organismos internacionales, como OPS y UNICEF, han reconocido que cerca del 83% de la mortalidad neonatal se puede evitar con solo garantizar servicios sanitarios de calidad en el primer y segundo nivel de atención en salud”, indicaron las entidades.

En el pasado año fallecieron cerca de tres mil recién nacidos para un incremento del 12% con relación al 2017, según los boletines epidemiológicos del Ministerio de Salud Pública. El aumento en el primer trimestre del 2017 fue de un 31.9%. Esto significa que en los últimos 20 años, en vez de disminuir, el fenómeno sigue incrementándose lo que demuestra  que las medidas gubernamentales han sido ineficaces.

El país ocupa el segundo lugar, después de Haití, en las peores tasas de mortalidad neonatal de América Latina. En el mundo, la República Dominicana se ubica en el lugar número 50 de las mayores tasas de mortalidad neonatal de una lista de 184 países. Esto debe darles vergüenza a las autoridades que se harta de resaltar el espectacular crecimiento de la economía en los últimos 60 años.

Las muertes neonatales tienen múltiples causas. Una de ellas es la alta tasa de embarazos en adolescentes, que supera el 22%. Muchos de estos embarazos son de alto riesgo pero el sistema de salud no le garantiza las atenciones adecuadas, razón por la que muchos de ellos terminan en la muerte de la criatura, la madre  o de ambos. Ha fracasado, por falta de inversión y planificación, la estrategia de crear Unidades de Atención Primarias (UNAP) para dar seguimiento a estos y otros casos. Los hospitales de tercer nivel están desbordados de pacientes, con una demanda que supera con creces su capacidad de oferta.

La segunda causa de muertes neonatales son las infecciones, adquiridas en la mayoría de los casos en los propios establecimientos de salud, como acaba de ocurrir en Barahona. Faltan controles para las infecciones.

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