Me cuesta mucho creerlo/Franklin Puello

DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Conozco a Temístocles Montás, al senador Julio César Valentín y a Alfredo Pacheco, tres de los catorce implicados por la Procuraduría General de la República en los supuestos sobornos de la constructora Odebrecht.

Al igual que muchas personas me cuesta mucho creer que estos tres políticos tengan alguna vinculación en el entramado figurado por el Ministerio Público en un expediente plagado de “errores e incoherencia”.

No creo que Montás, el senador Valentín y Pacheco sean corruptos. El procurador Jean Alain Rodríguez tendrá que preparar un buen guión para que su drama pueda convencerme, ya que su acusación no pasa de ser un show de mal gusto, con escenas pocas atractivas y una caracterización pésima.

Franklin Puello, director y fundador de paginaextra.com (editorial)
Franklin Puello, director y fundador de paginaextra.com (editorial)

Las imputaciones atribuidas al ministro de Industria y Comercio y a los legisladores de los partidos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Moderno no permiten un claro entendimiento, ya que están basadas en alegaciones llenas de confusiones.

¿Por qué Montás? ¿Por qué Valentín? ¿Por qué Pacheco? Me pregunto de manera insistente y hasta descaradamente.

Montás ha estado involucrado en los proyectos de reformas más trascendentales del país desde el año 1996 y no creo que quiera o buscara manchar su trayectoria política con acciones tan deleznables como las imputadas por el Ministerio Público en su contra. Mucho menos mancharía la honra de su familia y de sus hijos.

Apuesto a la honorabilidad y la credibilidad de Montás hasta tanto el procurador general de la República me despierte del asombro con pruebas contundentes y no acusaciones a todas luces mezquinas.

Valentín ha tenido una proyección considerable en el ámbito político, hasta el extremo de llegar a la esfera más alta del PLD: Comité Político. No es posible creer que Valentín sea tan “estúpido” o “idiota” de manchar su imagen ganada con esfuerzo y sacrificio por un dinero manchado por maniobras fraudulentas. El senador por la provincia Santiago ha sido un legalista y un defensor de la transparencia, entonces, ¿por qué aparece en el expediente de la Procuraduría? El procurador tiene que explicarme bien claro este asunto, porque nunca le creeré su capítulo sobre el espectáculo preparado contra Valentín. A menos, claro está, que me presente pruebas contundentes que me hagan retractar.

El mismo concepto tengo de Alfredo Pacheco, un hombre barrial y con un lenguaje totalmente del pueblo. ¿Por qué Pacheco?, me pregunto, porque tampoco creo el episodio sobre su participación en el caso de los sobornos que describe la Procuraduría General. Pocos creen en su capítulo incluido en el expediente de la Procuraduría.

Y como yo, estoy mil por mil seguro, muchos ciudadanos tienen este escepticismo y pesadumbre sobre toda la trama montada sobre los alegados sobornos de Odebrecht.

Es una película con un pésimo guión de la Procuraduría General de la República.

Los comentarios están cerrados.