Lula Da Silva está tranquilo y solo recibe las visitas de sus abogados

Seguidores del exgobernantes siguen en los alrededores de la prisión

RÍO DE JANEIRO, Brasil.- En sus primeras horas de encarcelamiento por la acusación de corrupción para cumplir una condena de 12 años, el expresidente Lula da Silva solo tiene autorización para recibir a sus abogados de defensa en su celda que habita desde la tarde del pasado sábado en la sede de la Policía Federal de Curitiba.

Inclusive, dirigentes políticos importantes del Partido de los Trabajadores no han podido ver al exgobernante, mientras que muchos de sus seguidores se han congregado en las inmediaciones del penal.

En las últimas horas Da Silva se ha reunido con el abogado Cristiano Zanin, miembro de su defensa en el caso de supuesta corrupción por haber recibido un apartamento de lujo en Sao Paulo presuntamente como parte del escándalo de Lava Jato que investiga el juez Sergio Moro, quien le dictaminó la condena de 12 años y un mes de prisión.

Miembros importantes del Partido de los Trabajadores y sus abogados han cuestionado el encarcelamiento del exmandatario. “Evidentemente la prisión fue ordenada sin fundamentos jurídicos, bien sea porque fue condenado sin base legal o porque la Constitución no admite la anticipación del cumplimiento de la pena”, ha expresado el abogado Zanin.

Sede de la Policía Federal de Curitiba, donde está recluido Lula Da Silva.

Ahora la estrategia de la defensa va encaminada a revertir la prisión, y hay esperanza de que Da Silva pueda salir de la celda desde que el Tribunal Supremo de Justicia de Brasil decida el miércoles conocer su recurso de hábeas corpus, confiando los allegados del exjefe del Estado en que se emita un fallo a su favor.

Desde el Partido de los Trabajadores se gestiona que Da Silva no solo tenga contactos con sus abogados, sino también con figuras importantes de esa organización y representantes del Congreso, como el caso de los senadores y diputados.

Líderes internacionales tendrán visitas programadas para reunirse con el expresidente Da Silva, quien ha negado haber incurrido en corrupción como le han imputado las autoridades judiciales, por lo que seguirá con su posición de defender su dignidad y su derecho a participar en las elecciones presidenciales previstas para octubre venidero.

El Partido de los Trabajadores y los amigos internacionales de Da Silva han alegado que su encarcelamiento obedece a un interés para neutralizarlo y así evitar que se postule como el candidato presidencial, ya que es el favorito en la mayoría de las encuestas hasta ahora conocidas.

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