Haitianos no han paralizado construcción del canal sobre río Masacre, pese al cierre de la frontera

DAJABÓN, República Dominicana.-.

Los trabajos para la construcción del canal para el desvío del río Masacre se han mantenido por obreros que reciben el apoyo de haitianos que acuden a la obra, a pesar de que corren los días con la frontera cerrada por el Gobierno dominicana y la crisis por la inseguridad es objeto de pronunciamientos en la Asamblea General que celebra las Naciones Unidas en Nueva York, con la asistencia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Poco a poco los trabajadores se aproximan a la orilla del río, bajo la observación del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre por el lado dominicano.

Se estima que el canal ha sido construido en más de un 80 por ciento, pese a la objeción del gobierno del presidente Luis Abinader, quien acusa a los promotores de la obra de se “anarquistas” y pretenden desatar inestabilidad en la frontera.

Desde hace seis días se mantiene cerrada la frontera por la vía terrestre, marítima y aérea, en tanto que hay haitianos que han decidido voluntariamente regresar a su país.

Además del cierre de la frontera, el Gobierno dominicano ha suspendido el visado y puso prohibición de entrada al país de al menos nueve figuras públicas y privadas que acusa de patrocinar la construcción del canal.

Se advierte que la falta de actividad afecta el comercio y la normalidad de las provincias de la frontera, aunque se prevé que los haitianos serían los más perjudicados, agravándose su situación de hambruna.

Los comerciantes dominicanos han comenzado a protestar por el cierre por el impacto económico que implica en diferentes sectores. La Asociación Nacional de Productores de Huevos advierte que el sector podría quebrar si no se activa el comercio con los haitianos, que consumen 56 millones de unidas de las más de 200 millones que se producen en el país.

Se estima que el comercio entre haitianos y dominicanos genera más de mil 600 millones de dólares cada año.

Sin embargo, las puertas de los pasos fronterizos son solo abiertas para aquellos haitianos que voluntariamente han optado por retornar a su país.

Muchos de esos ciudadanos llegan en autobuses de compañías privadas hasta los puntos fronterizos y cargados con sus ajuares y sus familiares proceden al cruce al lado haitiano.

Se presume que entre mil y mil 500 haitianos pasan por la frontera cada día, después de su cierre por el conflicto surgido por el canal.

 

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