Escogencia de Margarita Cedeño es un golpe para contrarrestar embestida de la oposición

DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.-  La vicepresidenta Margarita Cedeño viene a desempeñar el rol de guerrillera en la lucha que libra el Partido de la Liberación Dominicana con el bloque de la oposición que lideran el Partido Revolucionario Moderno y de la Fuerzo del Pueblo por la detentación de poder a partir de agosto de este año.

La esposa del expresidente Leonel Fernández es utilizada por el PLD y el grupo del presidente Leonel Fernández como una ficha clave para desmeritar la jornada de lucha y el discurso ardiente que han mantenido el exmandatario y su recién formado partido a raíz de su desprendimiento de la organización oficialista por diferencias ideológicas y por la guerra encarnizada por ocupar el Palacio Nacional.

La presentación este lunes de Margarita Cedeño de Fernández como compañera de boleta del candidato presidencial por el PLD, Gonzalo Castillo, viene a ser también una jugada con la que el oficialismo busca minimizar el impacto de la marcha por la defensa de la democracia que encabezaron Leonel Fernández y Luis Abinader como aspirante presidencial por el PRM.

El Gobierno y el PLD se han visto acorralados por las insistentes protestas dirigidas por grupos de la oposición y por sectores sociales que presionan a la Junta Central Electoral por el esclarecimiento de las fallas que obligaron la suspensión de las elecciones municipales del pasado 16 de febrero y que organismos extranjeros tengan que ser requeridos para realizar una auditoría que esclarezca las irregularidades.

El PLD  y el Gobierno han sido señalados, por igual, como parte fundamental entre los posibles culpables que habrían provocado la inhabilidad de las votaciones y que el país hoy tenga el antecedente histórico de suspender un proceso electoral.

En virtud de que el PLD se ha visto entre la espada y la pared en la indefinición del panorama político-electoral, la propuesta de que Margarita Cedeño de Fernández acepte ser la acompañante de Gonzalo Castillo viene a ser un golpe de efecto contra la figura del expresidente Leonel Fernández, quien parece ser el principal rival del Gobierno y del partido oficialista.

Desde su salida a raíz de las irregularidades que denunció desde las primarias del 6 de octubre, Leonel Fernández se ha constituido en una piedra que podría obstaculizar la permanencia del PLD en el poder por otro periodo de cuatro años, ya que su participación en el proceso de mayo vendría a obligar una segunda vuelta, en virtud de que la fragmentación del electorado.

Con el apoyo de una parte significativa de militantes peledeístas, el expresidente Fernández se vende como una opción opositora con posibilidad de jugar un rol estelar en la expulsión del PLD de las riendas del poder, por cuya razón es válida la estrategia de sus adversarios de minimizar su figura como un atractivo potable para ganar adeptos y así potenciar la eventualidad de que Luis Abinader pueda encaminarse hacia el palacio presidencial.

Con el caudal de simpatías que reflejan las más recientes encuestas, la vicepresidenta Cedeño de Fernández solo viene a ser una ficha que mueve el grupo del presidente Medina para oxigenar la coyuntura político-electoral adversa que la organización ha tenido que transitar desde las primarias de octubre.

Entre muchos especialistas existe la percepción de que Cedeño de Fernández podría canalizar las preferencias de una parte de la población que no ha podido aún asimilar a Gonzalo Castillo como el posible sustituto de Medina en el Palacio Nacional, principalmente por su conocida falta de trayectoria política y algunas de sus torpezas en la exposición de temas cardinales para un buen manejo del Estado.

Pero no hay duda de que Cedeño de Fernández se juega su futuro político, ya que un segmento importante de la sociedad pueda observarla como parte de una trama de un litoral del PLD para cercenar la eventualidad de que su esposo Leonel Fernández pueda gozar de las simpatías necesarias para alzarse con el poder o que, en caso contrario, se convierta en un ente que defina la victoria de trece partidos de oposición bajo la candidatura de Luis Abinader.

Al proclamar que “Dios es testigo de las razones que habitan en mi corazón para quedarme en mi partido” es una convicción con la que deja claramente establecido que ella está dispuesta a cargar con el costo político que representa nadar contra la corriente familiar que representa Leonel Fernández.

“Me juzgarán equivocadamente por mi decisión de quedarme en el partido” es también una evidencia de que espera ser entendida por el exmandatario y sus adeptos que hoy forman parte de la matrícula de la Fuerza del Pueblo, además por una parte del país que ha asumido una visión crítica contra la clase política en procura del adecentamiento institucional y partidario.

Lo cierto es que la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández ha tenido que navegar en aguas turbulentas  para tratar de mantenerse como una “figura fresca”, aunque ahora no tenga, y quién sabe si nunca, la posibilidad de convertirse en una tercera opción, como se vendió en el pasado, para que el PLD hoy no estuviera dividido y encarnice con la Fuerza del Pueblo una guerra a sangre y muerte para mayo, lo que marcará la definición de todo el ambiente político de cara al futuro inmediato.

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