EDITORIAL/Cumbre entre RD y Haití

SANTO DOMINGO.- Los últimos acontecimientos violentos en torno al consulado de República Dominicana en Puerto Príncipe y entre residentes en la zona fronteriza, principalmente en Pedernales, obligan necesariamente a sopesar bien las iniciativas de retomar el diálogo para garantizar un clima de paz y diplomático apropiado a la conveniencia de ambos países.

plumaUrge, entonces, que los presidentes Danilo Medina y Michel Martelly ponderenla posibilidad de una reunión al más alto nivel para subsanar las heridas abiertas por el atrevimiento de algunos haitianos de profanar la bandera dominicana con la quema del símbolo patrio, lo que -sin duda- ha exacerbado los sentimientos patrióticos de muchos sectores de República Dominicana.

La violencia motorizada por algunos sectores de Haití contra el personal diplomático en el consulado en Puerto Príncipe no debe quedarse como un hecho aislado, sin que las autoridades de las dos naciones se vean obligadas a discutir con prudencia las acciones que permitan retomar el diálogo y la sana cooperación mutua.

El ultraje contra la soberanía representada en el consulado dominicano en Puerto Príncipe no puede quedar impune, por lo que el gobierno de Martelly debe identificar quién o quiénes estuvieron detrás de esta acción y aplicarles lo que establecen las leyes de ese país.

Los ánimos están muy alterados con respecto a la masiva presencia de haitianos en el territorio dominicano al margen de las reglamentaciones legales de República Dominicana, amparada por la miseria que se vive en el vecino país y ante la incapacidad de sus autoridades de dotarlos de las documentaciones necesarias.

Lo urgente y más prioritario es que los gobiernos de Haití y República Dominicano motoricen un acercamiento para propiciar un diálogo sano, sin falsedad en las intenciones, en procura de la vital convivencia entre los ciudadanos de los dos pueblos.

 

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