Economista advierte riesgo estructural en el sistema de seguridad social por falta de ajuste en la capitación, según nivel de riesgo

DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.-. El economista Henri Hebrard alertó sobre los
graves desequilibrios que genera la aplicación de un modelo de capitación única en el
Régimen Contributivo del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), señalando que
esta práctica pone en riesgo la equidad y sostenibilidad del sistema.

En un artículo publicado en El Nuevo Diario bajo el título “ARS: capitación única, lo que es
igual sí es ventaja”, Hebrard sostiene que el pago de una tarifa uniforme a todas las
Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), sin tomar en cuenta el perfil de riesgo de sus
afiliados, crea distorsiones e incentivos perversos que castigan a las ARS que cubren
poblaciones más vulnerables —como adultos mayores o personas con enfermedades
crónicas— y favorecen a aquellas con afiliados más jóvenes y saludables.

“Las ARS con carteras de bajo riesgo presentan márgenes artificialmente abultados,
mientras que aquellas que atienden a poblaciones vulnerables enfrentan presiones
operativas insostenibles”, explicó el economista.

Hebrard respalda la propuesta técnica de la Superintendencia de Salud y Riesgos
Laborales (SISALRIL), que plantea transitar hacia un modelo de capitación ajustado al
riesgo, en línea con los principios de la Ley 87-01. El artículo 169 de esta ley incluso
contempla la posibilidad de establecer tarifas diferenciadas “cuando se desarrollen las
condiciones técnicas necesarias”.

Datos ofrecidos por SISALRIL muestran que:
• Un afiliado mayor de 65 años le cuesta tres veces más al sistema que el promedio.
• En cambio, un niño entre 6 y 14 años representa apenas un 40% del costo
promedio.

Hebrard advierte que, de mantenerse el esquema actual, el inevitable envejecimiento
poblacional podría desembocar en una crisis estructural en la cobertura del sistema.
“El cápita diferenciado no solo corrige las inequidades actuales, sino que también
garantiza la calidad y continuidad de los servicios para quienes más los necesitan”,
puntualiza.

El economista recuerda que más allá de lo financiero, la salud es un derecho
fundamental, sin el cual no pueden ejercerse los demás derechos. Por eso considera que
esta reforma no disminuye la cobertura de ningún afiliado, sino que la fortalece, al
eliminar cualquier incentivo para discriminar a adultos mayores o poblaciones en
situación de vulnerabilidad.

Hebrard concluye que la implementación del nuevo modelo debe hacerse de manera
gradual y consensuada, comenzando por los segmentos más sensibles del sistema.

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