Discursos de Barack Obama y Raúl Castro

LA HABANA, Cuba.- Los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, se pronunciaron a favor de la eliminación del embargo económico y por el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre los dos países.

Raúl Castro y Barack Obama en reunión.
Raúl Castro y Barack Obama en reunión.

La visita histórica de Obama a la isla, primer presidente estadounidense que lo hace en 88 años, ha despertado muchas expectativas por las conversaciones que han sostenido las autoridades de ambas naciones, que incluye la flexibilidad de las restricciones que han pesado desde hace más de 50 años sobre el pueblo cubano.

El mandatario estadounidense confía en que el embargo de su país será levantado por el Congreso de Estados Unidos, aunque desconoce el momento exacto.

Castro, quien se reunió por más de una hora con Obama en el Palacio de la Revolución, cree que la eliminación del embargo es esencial para la normalización de las relaciones comerciales y diplomáticas.

Discurso de Raúl Castro:

Nos complace recibirlo en la primera visita de un mandatario de los EEUU a nuestro país después de 88 años.

Constatamos que en los 15 meses transcurridos desde que anunciamos la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas hemos obtenido resultados concretos.

Reanudamos el correo postal directo y firmamos un acuerdo para restablecer los vuelos regulares.

Hemos ampliado la cooperación en áreas de interés mutuo. Suscribimos dos memorándum de entendimiento sobre protección de medio ambiente y áreas marinas, y otro para mejorar la seguridad de la navegación marítima.

Hoy se firmara uno más sobre cooperación en la agricultura.

Actualmente, se está negociando otro grupo de instrumentos bilaterales para cooperar en esferas como el enfrentamiento al narcotráfico, la seguridad del comercio y de los viajeros, y de la salud.
Sobre esta última, hemos acordado profundizar la colaboración en la prevención y tratamiento de enfermedades transmisibles, como el zika, y de enfermedades crónicas no transmisibles, incluyendo el cáncer.

Esta cooperación es beneficiosa, no solo para Cuba y los Estados Unidos, sino también para nuestro hemisferio.

A partir de las decisiones adoptadas por el presidente Obama para modificar la aplicación de algunos aspectos del bloqueo, empresas cubanas y sus contrapartes estadounidenses trabajan en la identificación de posibles operaciones comerciales que se pudieran concretar en el marco aun restrictivo de las regulaciones en vigor.

Algunas se han materializado, especialmente en el área de las telecomunicaciones, ámbito en el que nuestro país cuenta con un programa basado en sus prioridades de desarrollo y en la necesaria soberanía tecnológica que garantiza el uso apropiado de éstas al servicio de los intereses nacionales.

También se avanza en negociaciones para la adquisición de medicamentos, equipos médicos y equipamiento para generación de energía y protección del medio ambiente entre otros.

Mucho más pudiera hacerse si se levantara el bloqueo de los estados unidos. Reconocemos la posición del presidente Obama y de su gobierno contra el bloqueo, y los reiterados llamados que ha hecho al Congreso para que lo elimine. Las últimas medidas adoptadas por su gobierno son positivas, pero no suficientes.

Intercambié con el presidente sobre otras medidas que pensamos puedan tomarse para eliminar restricciones aún vigentes y hacer una importante contribución al desmantelamiento del bloqueo. Esto es esencial, porque el bloqueo continúa en vigor y tiene componentes disuasivos y efectos intimidatorios de alcance extraterritorial sobre lo cual expuse algunos ejemplos al Presidente para mostrarle sus consecuencias negativas para Cuba y otros estados.

El bloqueo es el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano. Por eso, su eliminación será esencial para normalizar las relaciones bilaterales. También será beneficioso para la emigración cubana que desea lo mejor para sus familias y su país.

Para avanzar hacia la normalización también será necesario que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la base naval de Guantánamo. Ambos temas, por ser los principales obstáculos fueron abordados una vez más en el editorial publicado el 9 de marzo pasado en el órgano oficial del partido comunista de Cuba y hace solo cuatro días en la conferencia de prensa de nuestro canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, ampliamente divulgado por la prensa.

Así mismo, otras políticas debieran ser suprimidas para que pueda haber relaciones normales entre Cuba y los Estados Unidos. No debiera pretenderse para ello que el pueblo cubano renuncie al destino que libre y soberanamente ha escogido y por el que ha hecho inmensos sacrificios.

Intercambiamos además sobre temas internacionales, en particular sobre aquellos que pudieran afectar la paz y la estabilidad regional. Especialmente estaba previsto y no hubo tiempo para concluirlo era abordar nuestra preocupación por la situación de desestabilización que se intenta fomentar en Venezuela, lo cual es contraproducente para el ambiente en el continente pero lo expreso en esta situación.
Igualmente, dialogamos sobre la marcha del proceso de paz en Colombia y los esfuerzos para poner fin a este conflicto.

Existen profundas diferencias entre nuestros países que no van a desaparecer pues tenemos concepciones distintas sobre muchos temas como los modelos políticos, la democracia, el ejercicio de los derechos humanos, la justicia social, las relaciones internacionales, la paz y la estabilidad mundial.

Defendemos los derechos humanos, consideramos que los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales son indivisibles, interdependientes y universales. No concebimos que un gobierno no defienda y garantice el derecho a la salud, la educación, la seguridad social, a la alimentación y el desarrollo, el salario igual por trabajo igual y los derechos de los niños.

Nos oponemos a la manipulación política y al doble rasero sobre los derechos humanos. Cuba tiene mucho que decir y qué mostrar en esta materia y por ellos le reiteré al Presidente nuestra disposición a mantener el diálogo que iniciamos.

El pasado 17 de diciembre de 2014 cuando anunciamos la decisión de reestablecer las relaciones diplomáticas expresé: “Debemos aprender el arte de convivir de forma civilizada con nuestras diferencias”.

El 15 de julio de 2015 ante nuestro parlamento señalé: “Cambiar todo lo que deba ser cambiado es asunto soberano y exclusivo de los cubanos. El gobierno revolucionario tiene la disposición de avanzar en la normalización de las relaciones, convencido de que ambos países podemos cooperar y coexistir civilizadamente en beneficio mutuo por encima de las diferencias que tenemos y seguramente tendremos y contribuir con ello a la paz, la seguridad, la estabilidad, el desarrollo y la equidad en nuestro continente y el mundo”.

Hoy, ratifico que debemos poner en práctica el arte de la convivencia civilizada que implica aceptar y respetar las diferencias y no hacer de ellas el centro de nuestra relaciónsino promover vínculos que privilegien al beneficio de ambos países y pueblos y concentrarnos en lo que nos acerca y no en lo que nos separa.

Coincidimos en que nos queda por delante un largo y complejo camino por recorrer. Pero lo importante es que hemos comenzado en dar pasos para construir y una relación de nuevo tipo como la que nunca ha existido entre Cuba y los Estados Unidos.

Destruir un puente es fácil, y requiere poco tiempo. Reconstruirlo sólidamente es una tarea mucho más larga y difícil.

Después de cuatro intentos fallidos en una muestra de voluntad y perseverancia el 2 de septiembre del 2013 la nadadora estadounidense Dayana Nayad  logró cruzar a nado el estrecho de la Florida sin jaula anti tiburones. Para esa hazaña de vencer la distancia que separa geográficamente a nuestros países, o por esa hazaña, el 30 de agosto del 2014 bajo los acordes de los himnos nacionales de Cuba y de los Estados Unidos fue condecorada con la orden al mérito deportivo otorgado por el Consejo de Estado cubano. Esta proeza contiene un fuerte mensaje; debería servirnos de ejemplo para las relaciones bilaterales ya que confirma que si ella pudo entonces nosotros también podremos.

Le reitero al presidente Obama nuestro agradecimiento por su visita. Y la voluntad del gobierno de Cuba de seguir avanzando en los próximos meses por el bien de nuestro pueblo y país.

Muchas gracias.

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Discurso de Barack Obama:

Buenas tardes Presidente Castro, al gobierno y al pueblo de Cuba. Gracias por la bienvenida que me ha extendido; a mi familia y a mi delegación. Por más de medio siglo, ver a un presidente de los Estados Unidos aquí en Cuba era impensable, pero este es  un nuevo día. Es un nuevo día entre nuestros países.

[palabras acerca del fallecimiento de un soldado en el norte de Irak]

Mi esposa Michelle y yo trajimos a nuestras hijas, y por cierto, ellas no siempre quieren ir con nosotros porque son adolescentes ahora. Tienen amigos de vuelta en casa y cosas que hacer, pero ellas querían venir a Cuba porque ellas sabían que queríamos mostrarles la belleza de Cuba y de su gente.

Nos emocionamos al ver los cubanos que nos recibieron ayer sonriendo y saludando cuando veníamos del aeropuerto. Agradecimos la oportunidad de poder conocer la vieja Habana y de comer la excelente comida cubana. La visita a la Catedral nos recordó de los valores compartidos y de la profunda fe que sostiene a tantos cubanos y estadounidenses, y también me dio la oportunidad de expresarle mi agradecimiento al Cardenal Ortega, quien junto con su santidad el Papa Francisco, hicieron tanto para apoyar la posibilidad de que hubiera mejores relaciones entre nuestros gobiernos.

Esta mañana tuve el honor de rendirle tributo a José Martí, no solo a su papel en la independencia cubana sino también a las profundas palabras que escribió y expresó apoyando la libertad en todas partes.
Traigo conmigo los saludos y la amistad de los estadunidenses, y de hecho en este viaje vinieron conmigo 40 miembros del Congreso; demócratas y republicanos. Esta es la delegación más grande que ha habido en mi presidencia y eso muestra la emoción y el interés que hay en Estado Unidos con respecto el proceso que estamos llevando a cabo.Estos miembros del Congreso reconocen que nuestra nueva relación con el pueblo cubano es de interés para ambas naciones.

También estoy acompañado por algunos líderes empresariales y emprendedores que están buscando nuevas relaciones comerciales que crearán vínculos y oportunidades de trabajo para cubanos y estadunidenses.

Me complace especialmente estar acompañado por muchos cubanos americanos en este viaje. Para ellos, y para los más de 2 millones de orgullosos cubanos americanos, este es un momento que está lleno de emoción. Desde que facilitamos los viajes entre nuestros países, más cubanos americanos están viniendo a casa. Para muchos este es un momento de nueva esperanza para el futuro.

Así que presidente Castro, le quiero dar las gracias por la cortesía y este espíritu de apertura que ha demostrado durante nuestras conversaciones. En nuestra reunión en Panamá el año pasado, usted dijo que estamos dispuestos a hablar acerca de todo, así que con su comprensión hablaré un poco más de lo usual.

El presidente Castro siempre bromea conmigo acerca de lo largos que pueden llegar a ser los discursos de los hermanos Castro, pero puede ser que está vez me extienda un poco más que usted; con su permiso. Tenemos que ponernos al día en más de medio siglo de trabajo.

Nuestro acercamiento creciente con Cuba se rige por un objetivo principal que es avanzar en los intereses mutuos entre ambos países, lo que incluye mejorar las vidas de nuestra gente, tanto de los cubanos como de los estadounidenses. Por eso estoy aquí.

He dicho reiteradamente que después de más de cinco décadas muy difíciles, la relación entre nuestros gobiernos no se va a transformar de la noche a la mañana.

Continuamos, como el presidente Castro indicó, teniendo unas serias diferencias, incluyendo la democracia y los derechos humanos. El presidente Castro y yo hemos tenido unas conversaciones francas y honestas sobre estos temas.

Estados Unidos reconoce el progreso que Cuba ha hecho como nación, incluyendo logros extraordinarios en educación y salud. Y quizás lo más importante -afirmo- es que el destino de Cuba no va a ser decidido ni por Estados Unidos ni por ninguna otra nación.

Cuba es soberana y tiene todo el derecho a tener gran orgullo en esto.

El futuro de Cuba será decidido por los cubanos y por nadie más.

Al mismo tiempo, al igual que hacemos cuando viajamos a cualquier parte del mundo, dejé claro que Estados Unidos seguirá hablando en nombre de la democracia, incluyendo el derecho de los cubanos de decidir su propio futuro.

También lo haremos en favor de los derechos humanos universales y el derecho de expresión y culto. De hecho, mañana nos reuniremos con líderes de la sociedad civil cubana.

Pero el presidente Castro también abordó lo que él considera como deficiencias que puede haber en los Estados Unidos con relación a las necesidades básicas del pueblo, la inequidad, la pobreza y las relaciones raciales.

Y nosotros acogemos con beneplácito cualquier diálogo que sea constructivo, pues pensamos que cuando compartimos nuestras ideas y creencias más profundas con una actitud de respeto mutuo podemos aprender y mejorar la vida de nuestros pueblos.

Parte de la normalización de las relaciones implica que hablemos de nuestras diferencias de manera directa y me complace que hayamos acordado que nuestro próximo diálogo de derechos humanos Cuba-Estados Unidos será aquí en la Habana este año y ambos países recibirán la visita de expertos independientes de las Naciones Unidas mientras continuamos combatiendo el tráfico de personas que coincidimos en considerar una violación flagrante de los derechos humanos.

A pesar de hablar acerca de nuestras diferencias, pensamos que podemos progresar en las áreas que tenemos en común. Presidente, usted dijo en Panamá que quizá estaríamos en desacuerdo en algo hoy, pero mañana podríamos estar de acuerdo en eso mismo; y eso ciertamente ha sido el caso en los últimos 15 meses y en los días que precedieron a esta visita.

Hoy puedo decirles que seguimos avanzando en muchos frentes cuando estamos verdaderamente normalizando las relaciones. También estamos facilitando que haya más oportunidades para los estadounidenses para viajar a Cuba a interactuar con los cubanos.

Durante el último año un número creciente de norteamericanos ha llegado a Cuba. Esta semana dimos la aprobación para que individuos estadounidenses pudieran venir en viajes educativos. Aerolíneas norteamericanas empezarán vuelos comerciales directos este año y con el anuncio de seguridad portuaria de la semana pasada, eliminamos un obstáculo mayor para los cruceros y servicios de ferry.

Esto quiere decir que en los próximos años podremos tener más americanos que podrán viajar y apreciar la increíble historia del pueblo cubano.

Estamos avanzando con más comercio. Con solamente 90 millas que nos separan, somos socios comerciales naturales. Entre otros pasos que dimos la semana pasada, permitiendo que el dólar estadounidense se pueda usar más libremente en Cuba, al permitir que los cubanos usen más libremente el dólar en sus transacciones internacionales y que los cubanos en los Estados Unidos puedan devengar salarios.

Eso va a generar más oportunidades para el surgimiento del comercio y empresas conjuntas. Acogemos con beneplácito el importante anuncio que hubo acerca de que se piensa poner fin al gravamen del 10% del dólar lo que dará lugar a mayor comercio y viajes.

Estos son pasos que darán más apertura y profundizarán nuestros lazos. Con esta visita, también acordamos nuestra cooperación en la agricultura para apoyar a nuestros agricultores y ganaderos. Esta tarde, durante el encuentro con los empresarios hablaré sobre los nuevos acuerdos comerciales que están haciendo las empresas norteamericanas.

Entonces, mientras sigo pidiendo al Congreso que se levante el embargo comercial, también hablé con el presidente Castro acerca de los pasos necesarios para permitir que haya más empresas conjuntas y que las empresas extranjeras puedan contactar directamente a los cubanos.

Estamos avanzando con nuestros esfuerzos para poder conectar a más cubanos al internet y a la economía mundial. Bajo el presidente Castro, el objetivo de Cuba es llevar a los cubanos en línea. Esta tarde hablaré sobre los pasos adicionales que estamos haciendo para ayudar a los cubanos a innovar y a hacer negocios en línea porque en el siglo XXI ningún país puede tener éxito si sus ciudadanos no tienen acceso a internet.

Estamos avanzando con más intercambios educativos y gracias al apoyo de la comunidad cubana americana puedo anunciar que mi iniciativa “100 strong in the Americas” va a ofrecer nuevas oportunidades para que estudiantes cubanos estudien en el exterior y también tendremos más estudiantes norteamericanos en Cuba. Tendremos más becas y, en alianza con el gobierno cubano, tendremos más clases de inglés para los profesores cubanos, tanto en línea como presenciales.

Y mientras los cubanos se preparan para la llegada de los Rolling Stones, nosotros seguimos con más eventos e intercambios que impulsarán los acercamientos entre ambos pueblos.

Estamos entusiasmados con el partido de mañana entre los Tampa Bay Rays y el equipo nacional de Cuba. Hasta eso, estamos avanzando con sesiones en salud, ciencia y medio ambiente.

Igual que los equipos americanos y cubanos trabajaron conjuntamente en Haití contra el cólera y en África contra el ébola, -y quiero felicitar a los medios cubanos que aceptaron tomar esta tarea tan difícil para salvar vidas en África occidental con nosotros y otras naciones- nuestros profesionales americanos también trabajarán en otras áreas como previniendo la inseminación del virus zika y encabezando nuevas investigaciones en vacunas contra el cáncer.

Nuestros gobiernos también trabajarán de la mano para proteger los hermosos océanos de esta región que compartimos y también como países amenazados por el cambio climático pienso que podemos trabajar en proteger a nuestras comunidades en zonas costeras bajas. Estoy invitando a Cuba y a nuestros socios en el Caribe y Centro América para que vengan a la cumbre regional de energía esta primavera en Washington.

Finalmente, quiero hablar sobre nuestra cooperación en seguridad nacional; estamos trabajando para mejorar en nuestra coordinación en orden público particularmente contra narcotraficantes que amenazan a ambas naciones. Quiero agradecer al presidente Castro y al gobierno cubano por facilitar las conversaciones de paz entre Colombia y las Farc, y permanecemos optimistas de que los colombianos puedan llegar a una paz justa y duradera.

A pesar de que no pudimos profundizar en el tema, sí hablamos acerca de  Venezuela pues pienso que toda la región tiene interés en un país que está afrontando sus retos económicos y que responde a las aspiraciones de su pueblo y que es fuente de estabilidad en la región. Pienso que es un interés que todos debemos compartir.

Nuevamente, presidente Castro le quiero agradecer por recibirme y justo decir que Estados Unidos y Cuba están participando en más áreas de lo que se he visto en mi vida. A medida que pasan los días más estadounidenses están viniendo a Cuba; más empresas, escuelas, grupos religiosos, están trabajando aquí para forjar las alianzas con los cubanos. Más cubanos están beneficiando de las oportunidades que va a aportar este viaje al comercio traerá.

Como usted ha indicado, el camino a seguir no será fácil. Afortunadamente, no tenemos que nadar en medio de los tiburones para lograr los objetivos que usted y yo hemos planteado. Como dicen en Cuba, “echar para adelante”. A pesar de las dificultades seguiremos avanzando. Nos concentramos en el futuro. Tengo plena confianza en que si mantenemos este camino podremos brindar un futuro que sea mejor y más brillante para los estadunidenses y para los cubanos.

Muchas gracias.

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