Artículo: Miopía Contextualizada/Autor: José de Jesús Vega

SANTIAGO, República Dominicana.- Vemos hasta donde queremos y vemos como queremos. No es posible desestimar o ignorar el entorno donde nos desarrollamos, somos seres sociales y tenemos relaciones paralelas con los que nos rodean. Ser miopes puede ser una elección y ser capaces de imaginar donde no hay, se podría llamar creatividad o contextualización.

El mundo actual enfrenta crisis políticas, sociales, religiosas y económicas que polarizan el ambiente en el que nos desarrollamos; hasta el punto de vivir en sintonías de un Ying-Yang inducido por las masas. Los buenos y los malos lo determinan el pulso social contextualizado en la realidad conveniente de cada individuo.

jose-de-jesus-vegaLos factores anteriormente citados son causados por acciones miopes contextualizadas ante el valor de la vida. Una vida debe valer lo mismo para cada cual sin importar la genética, la raza o el lugar que le ha tocado vivir a esa alma. En la palestra pública de nuestros días vemos como personas se hacen ecos de una campana mientras que otra la pasan desapercibida, sin apegarse a una lógica o a una directriz. Personas que lo que construyen con los pies lo destruyen con las manos.

Atentados en contra de la vida que tocan sensiblemente a los individuos cuando ocurren en suelos determinados como por ejemplo Estados Unidos y Europa pero cuando ocurren en áreas más vulnerables lo observamos como algo normal, queremos un mundo mejor pero no somos capaces de encausar acciones que lo promuevan, pedimos ciudades limpias y tiramos la basura a la calle, queremos políticos más capaces pero elegimos aquellos que beneficien el patrimonio personal. En fin somos miopes y andamos viviendo contextualizados a una plena contradicción.

Es necesario el surgimiento de personas objetivas dentro de un universo subjetivo que plenamente convierte lo real en falso, lo eterno en pasajero y lo bueno en malo. Conversiones frecuentes que se hacen tendencia en un mundo que hoy dice Diego y mañana dice digo. Cambiamos las cosas sin precedente y sin motivo.

Queremos ser más sanos, pero llevamos comportamientos anti destructivos; queremos hacer crecer nuestro patrimonio personal, pero nos pesa trabajar para ello; queremos una sociedad mejor, pero no promovemos ni predicamos buenos valores y costumbres, entre otros casos que podría enlistar. Casarse con un ideal conlleva sacrificio y disciplina, pero lo más importante es el discernimiento de que ese ideal satisface la realidad humana y corpórea de cada uno.

Entregarse a las ideas, valorar objetivamente los conceptos y ser coherentes al hablar y al actuar son características que el mundo necesita. Sin llegar al extremismo y con tolerancia los objetivos pueden ser alcanzados, la excelencia se alcanza con acciones no evadiendo realidades.

JOSÉ DE JESÚS VEGA

Ingeniero Electromecánico

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