Artículo: El Jefe/Autora: Talyam Vásquez

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El “jefe” murió y con él pereció su estilo y su forma abusiva de gobernar. La historia lo recoge como un personaje caprichoso e impredecible, todos se preguntaban ¿A quién le toca hoy? ¿De quién se quejará esta vez? ¿Quémedida adoptará? Nadie lo podía saber, solos sus secuaces y él.

Talyam Vásquez, abogada y politóloga.
Talyam Vásquez, abogada y politóloga.

Yo no viví en su era, pero, me han contado, y  en  estos días he pensado que el jefe no murió y que sigue entre nosotros omnipresente, burlándose de los que, como yo, nacimos en otra época y entendemos el cambio como una realidad que se produce con cada minuto transcurrido. Sin embargo, en algunas acciones, me pongo a reflexionar entre lo que me cuentan, lo que leo y la realidad del presente y me digo que se fue la figura,  pero, su esencia permanece. El fondo sigue siendo el mismo, la opresión, está ahí donde menos lo esperamos, cuando menos imaginamos.

Persiste la megalomanía, el chantaje  y la mediocridad, aupada por quienes insisten en aceptar, sin cuestionamientos, las viejas mañas. Su servilismo los conduce al uso de un lenguaje viejo y anticuado que la ciencia, la democracia y las  buenas maneras, han dejado de lado. La aceptación de mandatos irracionales bajo el alegato de que se cumplen normas u  ordenanzas, órdenes superiores, los desluce y compromete, pero no se dan cuenta y más tarde o más temprano cargaran con el fardo de sus desaciertos.

En ocasiones abusados y abusadores se confabulan en las impertinencias de sus “instrucciones”,  insisten en utilizar el término jefe para referirse al que supervisa un trabajo, despacho, gabinete u oficina, en estos momento en quela administración moderna habla de liderazgo y de organización horizontal, dejando de lado el viejo modelo piramidal.

La Ley es clara y precisa y establece su hacer, lugar y hora. De este lado estamos los que elegimos vivir bajo su imperio, del otro lado los que quieren vivir en esclavitud y servilismo haciendo lo que diga el jefe, como diga el jefe, donde diga el jefe, aunque se ahorque el caballo, cuando diga el jefe… Allá ellos…

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