(AUTORA: Talyam Vásquez, abogada y politóloga).- Si el Partido Revolucionaio Dominicno (PRD), fuera otro hace tiempo ya se habría coronado, no solo como el partido más antiguo, sino además como aquel con más victorias ganadas y con el liderazgo y la capacidad de aportar soluciones al pueblo, por el que dice trabajar y el que tanto orgullo le produce, al hablar del voto duro.
Si el PRD fuera otro, dejara de vivir en el pasado, de hablar de “tiempos de Peña,” mientras hace todo lo contrario de lo que predicaba su líder, y se enfrentaría con la realidad, cumpliendo con el rol que le ha asignado la historia. La sociedad ya no lo percibe como un ente de oposición y mucho menos como una alternativa al poder, lo que la sociedad ve, es que cuando llegan se autodestruyen y crean caos. Viven desacreditándose entre ellos, tomando todos los escenarios posibles para desmeritarse. Utilizan la figura de Peña Gómez para maltratarse, olvidando aquella sentencia solemne del líder, “al PRD solo lo destruye el PRD”.
Pero el PRD, es el PRD y es lamentable, que en este momento en que la sociedad necesita tanto de la democracia, de cambios, de alternancia, y siendo este el partido de mas años de constituido, haya perdido su espacio en el pueblo dominicano. Dividir el partido nunca ha sido la solución; ya se ha hecho y los resultados siguen siendo catastróficos. Los que se alejan por una u otra razón, han sentido el peso inexorable de la historia, con unos resultados, que salvo honrosas excepciones, los sitúa relegados en la vida política del país.
Mientras tanto, el sistema de partidos continúa su deterioro, lacerando la democracia lo que a nadie parece importarle. El descontento, la desesperanza, el temor, la falta de expectativas, los sueños truncos y la falta de opciones se incrementan.
Ojalá la razón y el entendimiento vuelvan a iluminar a este grupo de hombres y mujeres, para que en aras de preservar los mejores intereses del país, produzcan la necesaria reconciliación. ¿O a caso no merece este pueblo que sus hijos abandonen el orgullo, se perdonen las ofensas y den lo mejor de sí por él?
“(…) Si has traído tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y ofrece tu ofrenda”( Mateo 5:23, 24).
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