Países repudian “ruptura institucional” en Venezuela

CARACAS, Venezuela.- La ruptura del orden institucional en Venezuela ha despertado la preocupación tanto de la Organización de Estados Americanos como de algunos países de la región.

En el caso de Perú, las autoridades decidieron retirar su embajador de Venezuela.

Un clima de incertidumbre prevalece en Venezuela luego que el Tribunal Supremo decidiera asumir las funciones del Parlamento, lo que desatado el repudio de organismos multilaterales como de países de la zona.

La oposición y otros sectores se lanzaron a las calles contra el Tribunal Supremo de Venezuela.
La oposición y otros sectores se lanzaron a las calles contra el Tribunal Supremo de Venezuela.

Los miembros del Tribunal Supremo justifican su decisión de responsabilizarse de las competencias de la Asamblea Nacional por su persistencia de desacato, una medida que el Poder Judicial impuso a la Cámara por incumplimiento de varias sentencias.

La reacción del Gobierno de Perú fue inmediata. El presidente Pedro Pablo Kuczynski pidió que el mandato de Nicolás Maduro permita que los asambleístas asumir sus obligaciones constitucionales, calificando de “inaceptable” la ruptura del orden institucional.

Estados Unidos, de su lado, repudió la acción contra el Parlamento y pidió que las autoridades aceleren nuevas elecciones y se liberen los presos políticos.

Brasil, por su parte, calificó como una actitud arbitraria suspender la impunidad de los parlamentarios.

Desde Argentina, el presidente Mauricio Macri instó que se instaure en Venezuela el orden constitucional, mientras también favorece que se cumpla el calendario electoral.

El expresidente Álvaro Uribe reaccionó de manera drástica contra el presidente Maduro, pidieron que la comunidad internacional ayude que el Mandatario venezolano vaya a la cárcel, al igual que los miembros del Tribunal Constitucional.

La disposición del Tribunal Constitucional contra el Parlamento venezolano se produce dos días después que la Organización de Estados Americanos discutiera una propuesta de 20 países para que se intervenga en la “preocupante situación política” de Venezuela.

Esta iniciativa de la OEA fue definida de “injerencista” por las autoridades venezolanas, que amenazaron con emprender cualquier intervención interna que provengan por fuerzas externas.

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